El homicidio de Alicia, la niña arrojada a través de una ventana en Vitoria después de que su madre encontrara a su pareja abusando sexualmente de ella, ha puesto de manifiesto una vez más esa paradoja humana que lleva a mirar al universo lejano en busca de preguntas, y a cerrar los ojos ante la realidad más inmediata y cercana para no tener que dar respuestas.
La misma reacción social en forma de incredulidad demuestra que esa actitud no es producto de unos pocos ni un error, sino que se trata de una posicionamiento firme ante una realidad amparada por la invisibilidad hecha inexistencia. De algún modo, los hombres juegan a ser dioses al situarse en la cúspide de su creación cultural, pero como no pueden hacer de la nada existencia, demuestran su poder al contrario, y hacen de la realidad inexistencia: tanto poder dar crear como hacer inexistente lo…
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